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miércoles, 30 de septiembre de 2015

Las personas de edad avanzada y sus numerosas funciones en la sociedad

Personas de Edad Avanzada


Foto de Salud 180


    -La función de las personas de la avanzada edad no ha sido en absoluto desestimada pese a su necesidad, estas son las personas encargadas de ofrecernos sus conocimientos y buenos valores con el fin de colaborar con el sano desarrollo de nuestras sociedades, no obstante a lo antes mencionado, cabe destacar que no teniendo la intención de desestimar las funciones del envejeciente, estas carecen de estimación, condición que se hace mas brillante que el sol cuando se acompaña de frases que reflejen sus provechos o aptitudes “El que más vive, más sabe” y naturalmente ha tenido mas tiempo de analizar con detenimiento o con prisa, pero con mas tiempo los obstáculos de la vida. Por otro lado y a raíz de la falta de tacto de las instituciones y entidades del presente, nace un gran número de problemáticas que urge resolver a la brevedad posible, después de todo, la mayoría anhelamos llegar a esta edad y no llegar al deceso antes.

      -Es digno de resalto que aunque hoy día en materia de productividad un gran numero de personas apelan mas a la colaboración de los jóvenes con efectividad inmediata, producto de los avances tecnológicos, no obstante a eso la experiencia cumulada durante años le ofrece a los de mas edad la rigidez mental y el análisis critico elevado y desinteresado dentro del ámbito materialista sobre el tiempo trayendo consigo resultados de mayor beneficio a nivel multilateral de forma general.
 Pasando los 50 o 60 años de edad; es muy común percibir desubicación por parte de cualquier ser humano en la sociedad presente,  es muy notorio y marcado el interés semi-absoluto de nuestra sociedad en el adulto, de forma mas precisa en el adulto laboralmente activo en materia de producción, pero si analizamos bien el modus operandi y lo confrontamos con nuestra responsabilidad moral de transmitir nuestros mas benévolos valores; entonces comenzaremos a educar a nuestros hijos en función de la felicidad, de “Saber reconocer y apreciar aquellas cosas que por no poderse comprar se tornan en sacrilegio al venderse” como la verdadera amistad, el compartir de calidad y las conversaciones amenas y en pro del sano desarrollo de nuestras habilidades cognitivas con el fin de cosechar sanas y amenas relaciones interpersonales que desembocaran en una vida mas alegre y un futuro de mejores condiciones, menguar los aportes del envejeciente es igual que mermar el desarrollo de los jóvenes.

JDG

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